viernes, 3 de abril de 2009

Machos ardiendo.











Gigantesco el deseo de un hombre hacia otro hombre. Erecciones duras, que arden sedientas de más calor y de otra piel donde frotarse. Cuerpos que se tensan en la espera del otro, tan áspero y tosco como cargados de la miel del sexo.




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