jueves, 30 de abril de 2009
miércoles, 29 de abril de 2009
martes, 28 de abril de 2009
lunes, 27 de abril de 2009
sábado, 25 de abril de 2009
viernes, 24 de abril de 2009
jueves, 23 de abril de 2009
miércoles, 22 de abril de 2009
"Con... la brasa en la mano" O.H.Villordo
Esa fue la primera vez que me dijo que sí. La otra es demasiado vergonzosa y triste para recordarla. Me averguenza porque es el final del romance vulgar (que también tiene su explicación, tratándose de él) y me entristece porque tal vez quiso darme lo mejor de sí y yo no lo entendí. Era un consuelo, de todas maneras; y a la vergüenza y la tristeza se mezcla en el recuerdo el rencor. El me confundía con una mujer; nuestras relaciones tenían no sé qué de parecido con las del hombre y la mujer. Hasta creo que se convertía cambiándome el sexo en el diminutivo de mi nombre. Hoy pienso que toda la ternura de que era capaz está en esa despedida. Me dijo: "Pase lo que pase, no te olvidaré. Hemos sido muy felices". ¡ El final de la pareja de novios, en que él abandona después de haber conseguido lo que quería!
( Pero no. No fue así. Si debo recordar, debo decirlo. Es fácil repetir. "Hemos sido muy felices", sin mirar la cara de él que escucha. Él está junto a la ventanilla de otro coche y habla distraído. Y como quien encuentra la frase exacta se vuelve y me dice las palabras con alegría. La cara se le ilumina y siento la presión de su mano en el brazo. ¡Y es el final! Sólo detrás del resplandor está la tristeza, esa desesperación que me aprieta el brazo. Pero en mí las palabras hablan de otra manera. Me dicen: "Todo terminó. Hay que ser fuerte". Está más joven que nunca. La cara bien afeitada, blanca; el cuerpo laxo en el descanso, en ese abandono trágico que le dibuja el rictus que amo tanto. "No seas zonzo. Tenés que vivir tu vida. Olvídate de mí. Al fin de cuentas, ¿qué pasó entre nosotros?" Por un instante siento que es así, que tiene razón, y le agradezco que reconozca que hemos sido felices. Pero inmediatamente lo aborrezco y pienso cómo pude enamorarme de un hombre como él, y lo compadezco y me compadezco. Entonces sus ojos insisten en el hallazgo, brillan en la afirmación del "Hemos sido muy felices", y aceptó, copio el gesto amargo de su boca, sonrío y digo sí).
martes, 21 de abril de 2009
lunes, 20 de abril de 2009
Suscribirse a:
Entradas (Atom)